Los sabios han hablado de dos modos de conocer:
conocimiento-representación versus re-conocimiento;
conocimiento por análisis y reflexión versusconocimiento por identidad.
En el primer caso hablaríamos de modelo mental
de conocer; en el segundo, demodelo
no-dual.
El primero de esos modelos funciona
admirablemente en el mundo de los objetos pero, aun reconociendo que nos dota
de una imprescindible razón crítica, se muestra radicalmente incapaz de acceder
a la verdad.
La verdad no
“cabe” en la mente. De ahí que el acceso a aquella requiera aprender a
silenciar esta. Lo cual se logra cuando aprendemos a pasar del pensar al
atender.
Si el primer modelo se rige por el pensamiento,
el segundo únicamente se activa gracias a –y a través de- la atención.
Tal como escribe Marià
Corbí, “quien
silencia la lectura de sujetos y objetos [podríamos decir: quien
silencia el pensamiento y permanece en la atención desnuda] se encuentra con Eso no-dos que todo es. El camino del
silencio es el camino hacia la verdad”.
Y concluye: “La noción de
conocimiento silencioso es una noción clave para comprender las tradiciones
religiosas del pasado en su diversidad y en su unidad”. Por lo que
se refiere a la tradición cristiana, nos vienen inmediatamente al recuerdo los
nombres del Maestro Eckhart, el anónimo autor de La Nube del no-saber en el siglo XIV, Juan de la Cruz,
Miguel de Molinos…
En el paso
del modelo mental al modelo no-dual se resuelve la paradoja: la verdad no puede
ser pensada –jamás
cabrá en la mente-, pero se
la conoce cuando se la es. Y se es uno con ella cuando se
descubre aquel Fondo
del que hablaba el citado Maestro Eckhart, que es el mismo Fondo de todo lo que
es.
Hablamos,
entonces, de un re-conocimiento (de lo que somos) o de un conocimiento por
identidad: conocemos algo porque ya lo somos.
Esto no significa demonizar la mente ni
negar el ego –entendido ahora como el centro psíquico que regula la vida mental
y emocional de la persona-, sino dejar de identificarnos con ellos. El ego, la
necesidad y la dualidad son formas también de Eso
no-dual. El ego no está amenazado como función de vida; está
amenazada únicamente la interpretación que hace de sí mismo como entidad
separada. No es obstáculo el ego, sino el hecho de identificarse con él.
( DES-APROPIACIÓN hacia sus contenidos y
dinámica y DES IDENTIFICACIÓN no absolutizarte en que eres solo centro egoico)
La matización anterior me lleva a
insistir en algo que, con demasiada frecuencia, se ignora o descuida, tanto por
quienes se posicionan a favor de la no-dualidad como por quienes lo hacen en
contra. Me refiero a lo siguiente: se suele hablar de “no-dualidad” como si
fuese lo opuesto a “dualidad”. Sin embargo, en la vivencia no-dual se aprecia
nítidamente que no es así; tal contraposición es fruto solo de la mente que,
debido a su naturaleza dual, no puede hacerlo de otro modo. Aquí se percibe la diferencia
que hay entre la vivencia
no-dual y la no-dualidad pensada,
o si se prefiere, entre la vivencia y el concepto.
Quien lo ha visto, sabe bien que la no-dualidad no
conoce opuesto: abraza también a la dualidad, que emerge en su
seno. Y en ello reside la belleza de la Realidad: es tan abierta que permite
lecturas diferentes, siendo todas ellas “expresiones” o formas que se despliegan
de Eso no-dual original y originante.
“Verdadero” o “falso”, “bueno” o “malo” son solo etiquetas mentales que tienen
su valor dentro del propio nivel mental, pero que carecen de significado cuando
se mira desde la no-dualidad, ya que todo ello no es sino un “disfraz” más que Eso no-dual adquiere.
El modelo no-dual
que, como decía, está cobrando cada vez más relevancia en campos bien
diferentes del saber, no tiene nada que ver con la idea que muchos de sus críticos transmiten
sobre él; de la misma manera que la vivencia no-dual no tiene nada que ver con
el concepto
de no-dualidad. Por mi parte, estoy convencido de que nos hallamos en la
emergencia de lo que bien podría denominarse la revolución de la
no-dualidad que
–junto con la revolución
cuántica y la revolución
neurocientífica(no me parece casualidad que hayan emergido
prácticamente de un modo simultáneo, junto igualmente con la llamada teoría transpersonal)-
va a suponer unatrasformación radical en nuestro modo de
comprendernos y de comprender la realidad, con todas las consecuencias que de
ahí se derivan.
Enrique Martínez Lozano
2017
Muy buena entrada de blog, en psicologos madrid nos encantan este tipo de entradas que ayudan a otras personas a dar más valor y conocimiento sobre la mente.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con Albert, este tipo de entradas nos gusta a paginas web para abogados por la gran información que ofrece sobre la mente.
ResponderEliminarSigue así, un saludo!!!!