La auto-inducción de Betty Erickson:
En este artículo te explicaré cómo hacerte una auto-inducción hipnótica. En concreto, esta es la atribuida a Betty, la esposa de Milton Erickson.
Para empezar, siéntate cómodamente y elige algo que puedas mirar fácil y relajadamente. Lo que vas a hacer es describirte, en palabras, la experiencia que estés viviendo en los tres principales canales sensoriales. Puedes empezar con el visual, luego pasar al auditivo y después al cinestésico. Comienza con tres afirmaciones de cada para acompasar tu experiencia en ese momento.
Por ejemplo, yo me diría algo así ahora mismo:
“Veo la pantalla del ordenador… y veo mis manos moviéndose sobre el teclado… y veo lo que estoy escribiendo…
y oigo el viento en la ventana… y oigo el sonido de las teclas… y oigo el sonido de mi respiración…
y siento los pies planos sobre el suelo… y siento el contacto de mis dedos con las teclas… y siento subir y bajar mi pecho con cada respiración…”
Después de esto, repites la secuencia con dos nuevas afirmaciones por cada canal sensorial. Después, repites otra vez la secuencia con una nueva afirmación por cada canal.
Si en algún momento notas la necesidad de cerrar los ojos, puedes hacerlo y pasar a describir lo que ves cuando lo haces (veo la cara interna de mis párpados… veo puntitos de colores en mi campo de visión…).
Usa una voz agradable y lenta, y háblate cuando espires, silenciándote al inspirar, de manera que describes tu experiencia mientras dejas ir el aire en cada ciclo de respiración.
Si te sientes más cómodo con una secuencia diferente a Visual-Auditivo-Cinestésico, puedes emplearla en lugar de la que te propongo.
Cuando hayas terminado con la progresión de afirmaciones 3-2-1, empieza a sugerirte que uno de tus dos brazos empezará a sentirse más ligero y comenzará a ascender hacia tu cara con honestos y limpios movimientos inconscientes. Tú no sabes lo que es eso, pero tu inconsciente sí. Dite que, cuando tu mano toque tu cara, entrarás en un trance muy profundo, y permite después que la mano descienda al ritmo y a la velocidad en que profundizas aún más en ese estado.
Con la práctica, tal vez con media docena de veces, te darás cuenta de que tu mente aprende rápido y de que sólo con sentarte y comenzar la auto-inducción irás rápidamente de nuevo a ese estado. Es un buen momento para darte sugestiones útiles y positivas.
Esta es una de mis auto-inducciones favoritas, y en ocasiones continúo acompasando mi experiencia cinestésica buscando y encontrando nuevas distinciones sobre lo que siento mientras continúo relajándome y yendo más profundo. Practica con la auto-inducción de Betty Erickson y en el próximo artículo te enseñaré otra técnica para que puedas comparar y elegir la que mejor te funciona. No te sorprendas demasiado si vas muy profundo y sientes sensaciones particularmente agradables :-)
JavierMalonda.com
Para empezar, siéntate cómodamente y elige algo que puedas mirar fácil y relajadamente. Lo que vas a hacer es describirte, en palabras, la experiencia que estés viviendo en los tres principales canales sensoriales. Puedes empezar con el visual, luego pasar al auditivo y después al cinestésico. Comienza con tres afirmaciones de cada para acompasar tu experiencia en ese momento.
Por ejemplo, yo me diría algo así ahora mismo:
“Veo la pantalla del ordenador… y veo mis manos moviéndose sobre el teclado… y veo lo que estoy escribiendo…
y oigo el viento en la ventana… y oigo el sonido de las teclas… y oigo el sonido de mi respiración…
y siento los pies planos sobre el suelo… y siento el contacto de mis dedos con las teclas… y siento subir y bajar mi pecho con cada respiración…”
Después de esto, repites la secuencia con dos nuevas afirmaciones por cada canal sensorial. Después, repites otra vez la secuencia con una nueva afirmación por cada canal.
Si en algún momento notas la necesidad de cerrar los ojos, puedes hacerlo y pasar a describir lo que ves cuando lo haces (veo la cara interna de mis párpados… veo puntitos de colores en mi campo de visión…).
Usa una voz agradable y lenta, y háblate cuando espires, silenciándote al inspirar, de manera que describes tu experiencia mientras dejas ir el aire en cada ciclo de respiración.
Si te sientes más cómodo con una secuencia diferente a Visual-Auditivo-Cinestésico, puedes emplearla en lugar de la que te propongo.
Cuando hayas terminado con la progresión de afirmaciones 3-2-1, empieza a sugerirte que uno de tus dos brazos empezará a sentirse más ligero y comenzará a ascender hacia tu cara con honestos y limpios movimientos inconscientes. Tú no sabes lo que es eso, pero tu inconsciente sí. Dite que, cuando tu mano toque tu cara, entrarás en un trance muy profundo, y permite después que la mano descienda al ritmo y a la velocidad en que profundizas aún más en ese estado.
Con la práctica, tal vez con media docena de veces, te darás cuenta de que tu mente aprende rápido y de que sólo con sentarte y comenzar la auto-inducción irás rápidamente de nuevo a ese estado. Es un buen momento para darte sugestiones útiles y positivas.
Esta es una de mis auto-inducciones favoritas, y en ocasiones continúo acompasando mi experiencia cinestésica buscando y encontrando nuevas distinciones sobre lo que siento mientras continúo relajándome y yendo más profundo. Practica con la auto-inducción de Betty Erickson y en el próximo artículo te enseñaré otra técnica para que puedas comparar y elegir la que mejor te funciona. No te sorprendas demasiado si vas muy profundo y sientes sensaciones particularmente agradables :-)
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